En 1964 se dio a conocer una escalofriantes noticia: habían descubierto una extensa red de tráfico de mujeres con presencia en varios estados de la República, en la que además de explotación sexual se habían perpetrado múltiples asesinatos y actos atroces en contra de más de noventa jovencitas que fueron raptadas, ultrajadas y esclavizadas. La avalancha mediática en torno a este caso ocurrió después de que dos de las víctimas lograron escapar y llegaron hasta la comandancia de la policía en León, Guanajuato, lugar en donde narraron lo sucedido dando inicio a un largo juicio en contra de las proxenetas y algunos cómplices.
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