La huelga internacional de mujeres que se realizará el próximo 8 de marzo ya se avizora como un hito en construcción, que seguramente marcará una coyuntura significativa para la historia del feminismo. En este mundo plenamente globalizado, desafortunadamente los avances político-sociales del feminismo histórico están en crisis: la ola creciente de violencia hacia las mujeres, la arremetida misógina y antidiversa de poderosos grupos conservadores, la prevalencia de una repartición desigual del trabajo en las esferas pública y privada, la inequidad salarial entre géneros, la impunidad en materia de violencia feminicida, la satanización del aborto y de la libertad sexual en el discurso público, así como la estigmatización del movimiento feminista en múltiples esferas, son condiciones que se han agravado en prácticamente todo el mundo.
Leer en Animal Político